Algunas palabras sobre la presentación del libro “Un tornado dulce, un recorrido por la vida-obra de Gabo Ferro” ocurrida en el Centro Cultural de la Cooperación.
Gabo Ferro, extraño y repentino
Leandro González de León
El pasado 10 de octubre tuvo lugar la presentación del libro Un tornado dulce, un recorrido por la vida-obra de Gabo Ferro en el Centro Cultural de la Cooperación. Participaron los autores Sergio Sánchez y Lalo Ugarte junto a Conrado Geiger, Nicolás Pauls, Abel Gilbert, Florencia Ferro, Georgina Hassan y Pacu Segal.
“Todos podríamos dar una charla sobre “Gabo y yo” comentó Conrado Geiger, dejando de lado las anécdotas que lo unieron personalmente a Gabo Ferro, asumiendo que muchísimas personas que lo conocieron también tendrían algo para decir sobre la huella que el artista dejó en sus vidas.
Efectivamente, muchos de los que estuvimos en sus recitales, compramos sus discos, desarrollamos un vínculo personal con Gabo Ferro. Su muerte inesperada en 2020, en plena pandemia, nos dejó con las palabras en la boca. No pudimos dar cauce a la habitual verborragia de los velorios. Hablar del muerto y de la muerte, darle el sentido que no tiene, compartir palabras y silencios con quienes sienten el mismo dolor.
El Centro Cultural de la Cooperación fue un espacio privilegiado en la carrera de Gabo. Carlos Aldazábal lo había conocido en 2005, año de su lanzamiento como solista, durante un homenaje al poeta Juan Carlos Bustriazo Ortiz en la provincia de La Pampa. En diciembre de 2007, Gabo participó con sus canciones en la presentación de la editorial El Suri Porfiado en la Sala Osvaldo Pugliese, el mismo espacio que años después nos reúne para recordarlo.
El libro de Sergio Sánchez y Lalo Ugarte recupera la producción de Gabo a partir de entrevistas a los artistas con los que colaboró. Un gran trabajo periodístico sobre un personaje complejo, multifacético, que se movió entre el under y la música contemporánea, que agotó discos nunca reeditados, participó de sofisticadas puestas teatrales con pocas funciones, tuvo contadas apariciones en televisión, ninguna circulación publicitaria y una extrema reserva sobre su vida personal.
Los autores reconstruyen toda su vida pública, hasta el momento no reunida. Quien lo siguió como cantor, pudo perderlo de vista en el teatro, o en su trabajo como historiador. Sánchez y Ugarte construyen un texto sólido, detallado, nutrido de más de sesenta testimonios sobre la experiencia de trabajar con Gabo y la valoración de su legado.
En la presentación participó también Nicolás Pauls, quien compartió entre otras anécdotas incluidas en el libro, el modo en que Gabo colaboró con Canciones de Cuna III, una producción de la Casa de la Cultura de la Calle (CACUCA). Pauls contó que se había comunicado vía mail con Gabo, que rápidamente había accedido a colaborar y que en el transcurso de unas horas, le había enviado una grabación casera que resultó, al criterio de Gabo, la definitiva. En el libro de Sánchez y Ugarte, Sergio Chotsourián cuenta que realizó junto a Gabo un álbum completo (Historias de pescadores y ladrones de la Pampa Argentina, 2018) en tiempos inusuales para su propia experiencia y que, tras el lanzamiento del disco, no realizaron la gira él que había imaginado, sino apenas dos presentaciones en vivo. Luciana Jury cuenta que Gabo compuso las canciones de El veneno de los milagros (2014) en cuestión de días, durante unas vacaciones en Mar de las Pampas. Gabo produjo obra de forma apasionada y veloz, como si supiera que su vida no sería muy larga.
Quedan fuera de este libro, para futuras indagaciones, las experiencias personales de las que devino el artista; un ejercicio interpretativo que arriesgue el (im)posible origen de su fuerza creativa, extraña y repentina. Gabo se hizo a sí mismo (“seré mi propia madre”) con una síntesis personal que vinculaba su trayectoria y la presentificaba en cada escenario. No hay un Gabo historiador, un Gabo poeta, un Gabo cantante. Existe un Gabo Ferro que se dejó atravesar por la vida con una intensidad enorme.
Nos queda la música de Gabo y sus palabras, pero el silencio que nos dejó su muerte es nuestro. Como la huella de su interpelación que vuelve, en un jadeo, un grito final o un susurro interior. Para conectarnos con nuestra forma de amar, nuestros vivos y nuestros muertos, con aquello que nos da terror y nos define, Gabo vuelve como un tornado dulce.
LEANDRO GONZÁLEZ DE LEÓN es licenciado en Comunicación (UBA), maestrando en Sociología de la Cultura y Análisis Cultural (UNSAM), diplomado en Gestión de Organizaciones Sociales (UNSAM). Es profesor en la Universidad de Buenos Aires y Universidad Nacional de Quilmes. Gestionó ciclos culturales en el CC Rojas, CC de la Cooperación, CC 25 de Mayo, entre otros. En 2024 publicó Comunicar la escuela. Estrategias de Comunicación en Organizaciones Educativas. En radio, conduce el ciclo Nadie podrá impedirlo.
lgdleon@gmail.com