Cinco poemas de Martín Camps

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Compartimos cinco poemas de Martín Camps (Tijuana, México, 1974), extraídos de sus libros Extinción de los atardeceres (2009), Petición a la NASA para incluir en su próximo viaje al espacio a un poeta y otros poemas (2014) y Los días baldíos (2015).

 

Petición a la NASA para incluir en su próximo viaje al espacio a un poeta

Porque falta probar el efecto de gravedad cero en ciertas palabras.
Porque nadie ha leído “Muerte sin fin”
a todo pulmón en la noche del espacio.
Porque tengo una hipótesis:
Los sueños gravitan lentamente
como una burbuja de agua en la boca.
Porque si al ingeniero corazón de hierro
la tierra a trescientos mil kilómetros de distancia
le provoca una lágrima pequeña
como una astilla, el poeta es posible
que lo entienda todo de una vez,
la función de los hoyos negros,
la llamada de auxilio de los pulsares,
el corazón roto de una supernova,
la curvatura del espacio y la antimateria.
Porque hace falta llevar un barril de cerveza
y brindar al mutismo de Neptuno,
acariciar con la lengua el brillo del sol
y atraparlo con los dientes como una gragea.
Porque la luna es abundante
en un material precioso y no renovable: silencio.
Por eso la NASA debe enviar
en su próxima expedición a un poeta,
para que todos los demás mortales
que nos quedamos viendo las estrellas
desde nuestra calle, sepamos qué pasa allá
arriba cuando los astronautas
se meten en sus sacos,
después de un día de experimentos importantísimos,
como quien duerme bajo el agua.

 

*

 

Luna de Lorca

 

La luna es una pista de hielo,

los ojos papujados

por una noche de alcoholes.

 

¡Allí abajo andabas, Federico!

 

En esa noche de Granada

en tu casa de campo

con la alcoba abierta.

 

La sierra nevada

te soplaba en el rostro

y te reías de este luno mundo.

 

Por las mañanas mirabas la Alhambra

y el sol pintaba de cal

el barrio del Albaicín.

 

Granada en la celosía de la Alhambra

como un ramo de jacintos

que se cuela por la ventana.

 

Tu río peregrino trazado por la tinta.

Lorca de las alas cansadas.

En tu ventana,

que es un marco para Granada.

 

*

 

 

Ciudad Juárez is not a little soft city

 

Ciudad Juárez es una ciudad canina
ladra en la memoria
con un regimiento de colmillos en el hocico.
He visto a los travestidos
gritar desde una cortina roja
con el cuerpo sublevado.
A los deportados caminar el puente
con la cabeza en alto
mientras planean su regreso al otro lado.
Dicen que esta ciudad es violenta
y no saben cómo aprietan el gatillo
en esta tierra, cómo estrujan
las mandíbulas y los dientes de oro
cuando apuñalan con picahielo.
Odio es el nombre de esta calle.
Es cierto, a veces la nieve detiene
por una tarde el engranaje de la muerte
y se pueden ver atardeceres resplandecientes
en el espejo retrovisor de un yonque olvidado.

 

*

 

El minotauro de Juárez

Bolsas de plástico en el llano como banderas de la desgracia.
La basura alimenta el remolino:
ortigas, polvo, gritos desolados, periódicos, cabello.
La malla ciclónica atascada de basura; a lo lejos, los cerros
pelones, grises, testigos.
La tierra tiembla, la arena rechaza los cuerpos,
la sangre no alimenta;
ahoga, seca la tierra hasta el hueso.
La sangre fertiliza el árbol del miedo.
La sangre no se lava con lluvia, se lava con justicia.
Polvo y silencio en noches sin luna.
Las tinieblas son el párpado que cubre los ojos abiertos
de quienes ya no miran las estrellas.
Un laberinto de alambre y dientes.
El hilo de sangre de Ariadna lleva hasta la boca del minotauro.
Su dieta rigurosa de carne humana.
El minotauro montado por el cómplice Teseo.

 

 

*

 

Insomnia
Una oveja blanca y rechoncha salta la cerca.
Una oveja blanca y gordinflona es trasquilada al saltar la cerca.
Una oveja rapada salta la cerca y cae insertada en un hierro,
sobre un fogón.
Una oveja asada gira sobre un fogón.
Una oveja jugosa es rebanada por un vaquero.
Una oveja asada salta la cerca y cae en un plato de metal.
Una oveja me demanda explicaciones y le explico:
Me fui a la cama con hambre y no hay comida.

 


Martín Camps (Tijuana, México, 1974) es autor de seis libros de poesía, entre cuyos títulos se encuentran: Extinción de los atardeceres (Ichicult, 2009) y Los días baldíos (Tinta nueva, 2015). También es autor de la novela Horas de oficina (Niram Art, 2014) y de las traducciones de Rainbows at Seven Eleven (Eón, 2016) de Luis Arturo Ramos y Parque Industrial: novela proletaria(Samsara, 2016) de Patrícia Galvão. Como ensayista, publicó Acercamientos a la narrativa de Luis Arturo Ramos (Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 2005), Cruces fronterizos: hacia una narrativa del desierto (UACJ, 2007) y La sonrisa afilada: Enrique Serna ante la crítica (UNAM, 2018), y diversos artículos en revistas especializadas como Hispanic JournalRevista de Crítica Literaria LatinoamericanaRevista de Literatura Mexicana Contemporánea, así como capítulos en varios libros sobre autores como Roberto Bolaño, Oswaldo Reynoso, Gabriel García Márquez y José Revueltas. Actualmente es profesor de la University of the Pacific en Stockton, California donde también es Director de Estudios Latinoamericanos.

 

Imagen: Cortesía de https://asitoughttobe.com

 

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Excéntrica