Tres jóvenes poetas argentinos

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Presentamos una selección de poemas de los ganadores del Premio Nacional Bustriazo Ortiz, organizado por la editorial el suri porfiado con motivo de sus diez años de vida.

Se trata de Agustín Mezzini, quien obtuvo el premio y cuyo libro El cielo no termina de quemarse está pronto a publicarse, y de las dos menciones que otorgó el jurado: Mariano Caelli por El ciprés de mis penas y Theo Rubel por Memorias del esperero.

 

Poemas de Agustín Mazzini (primer premio):

 

Prólogo

 

Este libro se recordará como el cajón pequeño

donde el autor guardó las manos que desordenaban su vida.

Su corazón oscuro dice “en estas páginas

una casa se derrumba”, y un perro ladra

para espantar su propio reflejo en la pared.

El mensaje viaja rendido en una botella:

la palabra siempre es la marea.

 

*

 

Apología de la tarde

                                                    A Ornella Falcone,

                                                   donde quiera que esté

 

ORNELLA: A mí te trajo la locura

de buscar un beso en otro beso,

las partes más felices de los días

en un traje vacío, en tierra seca,

en los mensajes sin contestar del celular.

AGUSTÍN: En el amor queda sin beber

un vaso de vino, jardines con ángeles de mármol

vomitando agua artificial para siempre.

ORNELLA: Todo está igual menos la que fui:

ella sigue conversando, a las puertas del quizá.

AGUSTÍN: No digas nada y tocá el silencio.

Escuchá palpitar las vidas

que viven dentro de mi vida.

 

*

 

Babel

 

                                         Babel, una película de González Iñárritu

 

Hoy, que mis emociones trabajan para el pasado

y las fotografías de mi corazón son descoloridas

aunque retoque la luz o balancee sus sombras,

entro de rodillas a las cosas que besaste

y pinto con aerosol las paredes de sus habitaciones

donde sólo se oyen el piano y los violines de Babel,

el trazo ciego de la mano que toca los relojes muertos.

Todo aquí pertenece al romanticismo del desastre.

Aquí, amor y tristeza son un solo ser agarrándose de la mano,

saliendo de clases, envolviendo en servilletas de cafetería

ese poco tiempo que pasan juntos.

 

Hoy, que mi vida está tirada por ahí y me animo a usarla,

los que vivimos en las cosas que besaste, cargamos la derrota

como piedras (no contamos con espadas, jornal, valentía

o paciencia para esperar milagros: fumamos la ansiedad

bajo la música donde bailan mil trajes vacíos)

esperando a que el lenguaje se crispe

y caiga el rayo del ángel exterminador

para destrozar los sucesos de lo no sucedido.

 

¿Alguien será capaz de tocar el nuevo idioma que amanece?

 

*

 

 

Balada del ragging bull sobre el escenario

 

En el centro de la escena

el boxeador en blanco y negro. Salta,

apunta al pecho de la nada

sin dejarse intimidar por el vacío.

Golpea.

Las gotas de sudor oscurecen el ring.

“Hijo”, le dijeron. “Hijo,

naciste para campeón”. “Hijo,

hay cosas más dolorosas que la muerte”.

Scorsese graba la batalla

cumpliendo la regla de los tres cuartos

y el silencio se queda quieto: LaMotta baila.

Hace rato le quebró los huesos al aire

pero igual sigue, mandíbula apretada,

guantes, uno-dos, y un eco respira.

 

Su única batalla siempre es contra el espejo.

 

 

*

 

Manicomio

 

                                       Homenaje a Leopoldo María Panero

 

Sabiendo a la locura un animal escondido tras la maleza,

descansando al acecho de lo profundo del hombre,

él la hirió como cazador a ciervo,

como flecha de pureza letal a la mujer

que da a luz sin ver el gemido

detrás de la ventana del castillo. Panero,

los eunucos frotan los huevos que no tienen

contra el rostro de la amargura. Eso todos lo saben:

tus doncellas, tus prostitutas, este sentimiento

que agranda la soledad y contamina

la palabra. Lo que desconocen

es ese fuego que no es fuego

sino llama fría

(la vida usó tus versos para decirlo)

en el centro de un animal resplandeciendo,

en el centro de su nido meado solamente por vos.

 

mazzini19

Agustín Mazzini (Buenos Aires, 1993) es poeta, estudiante de la Licenciatura en Artes de la Escritura en la Universidad Nacional de las Artes (Buenos Aires) y de la Cátedra abierta de poesía latinoamericana en la Universidad Nacional de San Martín (Argentina). Ha ganado el primer premio del “Concurso Nacional Homenaje a Jorge Luis Borges” de la Fundación ProArte con su libro Los pantanos de la incertidumbre (sobre el artista y su oficio) en el año 2015 y el Premio Nacional de Poesía Joven “Bustriazo Ortiz” en el año 2017 con El cielo no termina de quemarse (Suri Porfiado, 2017). Ha publicado poemas y entrevistas en diversos medios de Latinoamérica  y fue incluido en las antologías argentinas Apología. Volumen 2. (Letras del sur, 2015), Buenos Aires respira poesía (INCAA, 2013), la argentino-española Orillas.

 

 

Poemas de Mariano Caelli (mención):

 

Algo del miedo

al amor crea.

Como lo brillante

que de opacidad adolece

no deslumbra.

Lo que en sí lleva

fragmentos de ausencia

de duda y flagelo,

(amor por sí solo)

no es

ni sabe perdurar

sin algo

de acogida

tristeza.

 

*

 

No detiene,

acompaña.

Mis angustias

abrazan livianas.

La nostalgia alenta mi caminar

suaviza al enraizarlo

el ciprés de mis penas

reverdece la vida.

 

*

 

Latente

presa aún del peso

la flor

contenida en semilla

ya no se precipita en germinar.

Sabe que brotó

tantas otras veces viva.

 

*

 

Elijo el silencio

nueva música

a permanecer

tapado en lo negro

de esta disonancia.

No veo marcas,

indicaciones.

Creo que nadie escribió mi partitura.

 

*

 

Dejar mi corazón a la intemperie

que tome color

expuesto al ruido y a los mosquitos.

Que otras lo admiren en sus contracciones.

Posarlo sobre papel metálico

y envuelto en film

para evitar malentendidos

y que se rían

y tengan el pudor

de fotografiarse con él

dejándome a mi fuera del cuadro.

 

 

mariano-caelliMariano Caelli nació en Vicente Lopez, povincia de Buenos Aires, el 15 de noviembre de 1992. Estudió en la “Escuela de Música Contemporánea” y se recibió de la carrera de Músico Profesional. Es compositor, arreglador, poeta y docente de guitarra e iniciación en su taller musical La Cuerda Pulsada. Incursiona en la poesía a través de las letras del folcklore y el tango. En el 2016, luego de grabar su primer disco de tangos, milongas y valses con el Dúo Rante, empezó un taller de poesía con Gisela Galimi . El ciprés de mis penas es su primer libro de poemas, inédito.

 

 

 

 

 

 

Poemas de Theo Rubel (mención):

 

Sobre la poesía

 

¿Qué sabe el bizco

del recorrido silencioso de su ojo?

¿Desvío de la belleza a su no ser,

tábano huido de dulzura?

Cuando mira el bosque su ojo

es un estero verde

un calambre de pintor.

Escribir la elipsis de esa mirada

es escribir poesía: a veces

de un parpadeo

el bizco prescinde de las formas

y anda la palabra.

 

*

 

Malditas costumbres

 

Lo que le falta es

nosotrear la noche, un poco bastante.

Pisar al amor en un ciempiés

remover quetefuistes en los prados del dolor,

no es tarea sencilla:

el tan bípedo desanda el camino

dando vuelta las piedras y son tristezas

donde se deja tropezar, malditas costumbres.

¿El olvido de una mujer

cuántas mujeres tiene?

se pregunta y recuerda a todas

menos a la que

una tarde le prometió otra tarde

y adiosó mucho, un poco,

bastante esa mujer,

y le ofreció un abrazo para perder el rostro.

 

*

 

Otoño

 

Recojo paciencia

de mi cuerpo atravesado por

una idea o una mirada

una idea mirada dulcemente

como el vértigo de tu frente en alto

¿Desplumo un pájaro si soplo

el aire de tu boca

y ternúrale el pico

y tiémblame el alma?

Tu beso como consuelo del tiempo

como una parte perdida del labio

que roza lo extraordinario o al menos

decanta

mi nombre en incomprensible

¿Distracciones de la muerte

es decir, recortar el domingo del calendario

hacer un avioncito de papel de un ala

verte dormida?

Un día de estos

-no un día cualquiera-

voy a soplar el aire de tu boca

y cerrar los ojos

como un nido meciéndose en la rama.

                                                                       a Gina

 

*

 

Monólogo de caracol

 

Soy la herencia del Tiempo.

En algún lugar de la espiral están

los rugidos del mar que olvidé. ¿Mi estela?

Adioses ajenos que la lluvia borra.

Soy la herencia del Tiempo

como el viento el ademán del aire de ser eterno.

Quien me pise o eche sal sólo tendrá

restos de coraza

sedimentos de espera.

 

*

 

Anunciación

 

Ahí te veo

apretando la memoria entre los párpados

apretando tu nombre

hijo dolor compañeros,

arriero de las sombras sin cuerpo que van

a tus ojos, cóncavos de tanta vidamuerte

sombras retenidas

en tus ojos cerrados, dos puños contra el olvido

pero dónde estás

dónde estás, Julio

los argentinos tienen que saber,

desaparecido

muy presente, tu sombra palpita

en nuestros ojos.

 

 

theo-rubel

Theo Rubel nació en Buenos Aires en 1998. Estudió en el colegio María Claudia Falcone y en el I.V.A (Instituto Vocacional de Arte). Es baterista del trío Ácropo y vecino-actor del grupo de Teatro Comunitario Alma Mate de Flores. Recibió en 2016 el 1er Premio de Poesía en el marco del Congreso Internacional de Rubén Darío, organizado por la UNTREF.

 

 

 

 

 

 

 

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