Leyendo a Gelman nada más. Entrevista a Xavier Oquendo

https://www.excentrica.ar/wp-content/uploads/DSCF0432.jpghttps://www.excentrica.ar/wp-content/uploads/DSCF0432.jpghttps://www.excentrica.ar/wp-content/uploads/DSCF0432.jpgLeyendo a Gelman nada más. Entrevista a Xavier Oquendo

La poeta boliviana Paura Rodríguez entrevista a su par ecuatoriano, Xavier Oquendo, responsable de “Furia de pájaros”, la antología de Juan Gelman que se editó en Ecuador en 2013.

 

Hace varios años ya de la presentación de la antología Furia de pájaros de Juan Gelman, preparada por el poeta y editor ecuatoriano Xavier Oquendo, libro agotado al poco tiempo de su publicación.

Ese volumen reúne una selección de poemas de los 29 libros que Gelman había publicado hasta fines de 2012. Ahora, el editor Xavier Oquendo espera preparar una segunda edición, en la que se incluyan textos de los dos últimos títulos de Gelman: Hoy y Amaramara.

Bajo el sello de El Ángel Editor y en la colección Monstruos, Furia de pájaros lleva una contratapa del poeta mexicano Marco Antonio Campos y dos epílogos que corresponden al poeta ecuatoriano Jorgenrique Adoum y al poeta mexicano José Ángel Leyva.

La visión de cada uno enriquece el acercamiento de los lectores a la obra gelmaniana y a su vida.  Adoum lo recuerda siempre “preocupado, como por un viaje, sombrío como por un regreso”. Quizá atrapado con la misma tristeza que agobia al Principito, irremediablemente triste antes de partir. Quizá la suya haya sido una partida perpetua, un viaje lúcido sin tregua.

Leyva lo retrata a través de sus ‘Otros’, a través de las distintas voces y seres que habitaron a Gelman y que poblaron su obra.

Campos recurre a la metáfora para definir de algún modo la belleza, la profundidad y la vastedad de su legado, señalando que es un “dilatado poema río”.

Para el antólogo, quizá Furia de pájaros haya sido como un pequeño presente de gratitud al poeta admirado, al que leyó antes y vio por primera vez en Oaxaca, en 1999 y quedó aún más deslumbrado luego de comprobar que Gelman era un hombre humilde y purificado por el dolor.

En una de sus visitas a Bolivia, Oquendo nos habló de su minuciosa labor de lector y editor de uno de los poetas más importantes de habla hispana nacidos en siglo XX y en esta entrevista comparte su experiencia:

 

¿Cómo nació la idea de la antología?

Bueno, imagínate, íbamos a tener a Juan Gelman con nosotros (en el Encuentro Internacional de Poetas en Paralelo Cero 2013), acá en Ecuador, país que no había publicado antes la poesía del maestro ni mucha de la más grande poesía latinoamericana, así que lo primero que hice fue pedirle a Juan si me podía ceder los derechos de esa antología en Ecuador y así lo hizo.

Me ayudó en todo y luego decidí crear una colección para semejante fin: así que nació la Colección “Monstruos”, que se inauguró con su libro y el del poeta ecuatoriano Euler Granda.

Cuando tenía ya el visto bueno de Juan y su venia para publicar la antología, solo allí me di cuenta del horror en el que me metía. Tenía que excavar por una obra de más 60 años de existencia y 29 libros a su haber, con más de 1.500 poemas y una vastedad increíble. Fui a librerías y estuve tentado a leer solamente antologías emblemáticas de Gelman hechas por grandes autores: como José Leyva, Eduardo Milán, Jorge Boccanera, Marco Antonio Campos, que habían hecho antologías de él. Llegué a la librería y me encuentro con que había solo los últimos dos o tres libros de Gelman y alguna selección de Visor.

Pero justo en ese momento, como si fuera un adagio divino, llegó a la librería la obra poética completa de Juan, publicada en dos tomos por el Fondo de Cultura Económica de México. Esto fue lo que me salvó, pero también lo que me condenó.

En esta obra completa Gelman me dijo que había algunos errores que fueron subsanados en la edición de su obra completa en Argentina, por Seix Barral, entonces, cuando, luego de dos meses de intenso trabajo de lecturas, leyendo a Gelman y nada más, le mandé la lista de los poemas escogidos y el hizo un gran trabajo revisándolos, leyéndolos, fue un cómplice increíble.

¿Cuánto fue todo el tiempo de preparación de la antología?

Cuatro meses duró aproximadamente la edición del libro desde que comencé a leerlo hasta que le pusimos el título a la antología.

¿Cuál fue el criterio de selección?              

El criterio de selección que tuve estuvo siempre ligado a toda aquella poesía gelmaniana que me diga algo, que demuestre la fortaleza de espíritu de Gelman, que se deje ver en su mejor manera de manipular y trabajar el lenguaje, que uno se encuentre con un Gelman claro, de luz y de emoción. Lo maravilloso es que cuando concluí la antología Gelman me dijo que la selección le gustaba mucho porque para él estos poemas eran también los que más amaba. Eso fue muy bello.

¿Y el título?

Yo le propuse algunos títulos, sacados de su propia obra:

Aquí yace un pájaro; Al fondo de mi sombra; La secreta dulzura del dolor; La madera en el palito; Rabioso corazón; Noche lenta con toda su memoria.

Luego vimos cuáles son los símbolos que más se repiten en su poesía y vimos que eran árboles y pájaros. Lindos todos.

Yo le dije que encontraba siempre a su obra y a él con una rabia contenida e inteligente. Me dijo que más que rabia era furia. Y así unimos todo y a la final salió Furia de pájaros, nos encantó a los dos.

¿Y todo ese trabajo lo hacían por chat, por correo o por teléfono?

Lo hacíamos por mail. De hecho estoy revisando las fechas. En 28 de febrero del 2013, Juan me escribió un mail aprobando el nombre de la antología.

Trabajar con él, en una tarea tan delicada de selección, me imagino que fue una tarea que requirió toda tu concentración y responsabilidad.

Pues fíjate desde antes de Navidad de 2012 hasta fines de febrero de 2013, pasé con los libros de Gelman en todas partes: en el auto, las clases, la cama, la comida. Hasta los llevé a la playa, es increíble y verdadero.

Luego de este tiempo lo que me dio es por tratar de librarme de este fantasma necesario en el que se convirtió Juan.

¿Cómo veía Gelman su obra, te habló alguna vez de ello?

No me dijo específicamente algo sobre su obra. Pero me dejó una enseñanza increíble: me dijo que él escribía porque siempre estaba insatisfecho de lo que había escrito.

¿Ya te libraste del fantasma?

Creo que ya me libré de ese enorme poeta en mi obra lírica, pero también es bueno que permanezca su legado inmenso en la poesía. Creo que era tan grande que era inimitable.

Bueno, Juan Gelman no solo es un poeta sino también un personaje y en muchos de sus poemas también figura esa historia dolorosa y terrible que le tocó vivir y su poesía fue atravesada por aquello. La obra de Gelman no se entendería sin él como un personaje inmenso, por ejemplo su poema Carta a mi madre enorme voz lírica confesada en medio de un dolor tras otro. O su hijo Marcelo y sus amigos muertos en la dictadura o todo el horror del exilio. Todo esto tuve que ir documentando y como entré tanto en su vida como en su obra, sufrí mucho yo también. Se lo confesé a Juan y él me dijo que los seres humanos lo que tenemos siempre son pérdidas y que eso hay que afrontarlo, pero nunca con el olvido. El olvido es la verdadera derrota, decía.

Fue uno de los libros más vendidos en la Feria de Quito.

El libro fue muy bien acogido en Ecuador, tanto en Paralelo Cero, más tarde en las librerías, luego en la Feria del Libro de Quito y por último, tras el fallecimiento del poeta se desató una gran campaña para leerlo. La primera edición ya se agotó. Espero sacar una nueva pronto.

Quisiera que la segunda edición tenga una selección de su libro Hoy, que fue su último libro publicado en vida y de su libro póstumo e inédito aun Amaramara que ya estará por salir. Veamos si se puede hacer esto para los meses de agosto o septiembre.

¿Está en proyecto otro ‘Monstruo’?

Es difícil encontrar monstruos así como Juan, tan generosos, tan abiertos al diálogo, a las editoriales independientes, pero estaremos al pendiente.

¿Cuál es el libro qué más te conmovió de los 29 leídos y antologados?

Sería más fácil decirte cuáles me conmovieron menos. Luego de su maravilloso libro Valer la pena que lo publica con el nuevo milenio, la poesía de Juan gira un poco hacia una obra más abigarrada, más críptica, más oscura y sosegada; sin embargo, hay en ella también poemas que son joyas verdaderas. En verdad su obra es para mí una obra impresionante.

 

 

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