Los Hijos Imperfectos

Los Hijos Imperfectos

Presentamos 5 poemas de Los Hijos Imperfectos, el último libro de Luciana Jazmín Coronado.

CONSEJO

Si no eres de sol ni eres de viento
haz con tus manos
las formas posibles de una balsa.

Con hilos de hoja enreda tu corazón
y lánzalo a una olla
como un puñado de luz al agua hirviendo.

Canta en la disidencia del nombre, canta
en la mancha de nuestra era
y madre tierra abrazará las ventanas,
cuidará que los pasadizos
estén vacíos
de temblor.

 

NO HAY LUGAR ADONDE IR

Cuando huyes de algo
no hay lugar adonde ir.

El mundo es un rasgo sutil
y no te espera algo viejo ni nuevo,
sino aquello que sale del fondo,
un ritmo que depura.

Hemos esparcido migajas
para las aves del último retorno.
Ellas saben de colores antiguos
que ya no somos capaces de ver.

Como tú, cada una huye de algo.

En algunos rincones del desierto
asoman sus sombras,
y las pliegan, vivas
sobre joyas de arena.

 

QUIÉN

¿Quién está desesperado?
¿Quién deja morir el paisaje
y arrima el sol
hacia la hora donde no se dice
ni se contempla
el temblor del sitio donde nacimos?
¿Quién pide deseos
sobre el hoyo olvidado
en las alcancías del mar?
¿Quién abraza el castigo
de partir sin volver,
de un viento que ya no estremece
ningún pétalo?

 

REZO

Invoca la pureza antigua.
Acepta que no puedes permanecer.

No te arranques
de tu yo, de tu último rezo.

Mira a tu planeta suelto en el oleaje, mira
la piedra del mundo envuelta en la desmemoria.
Junta a los santos, pídeles
que pronuncien los nombres sobre las cunas.

Haz de tus ojos alguaciles de oro, observa
las palabras
hasta pulverizar la verdad.

Para entrar en la fe
debes ser un retazo cosido en movimiento,
un lunar
en un desierto de carne fría.

Deja que los frutos crezcan a la misma hora.
Primero serán detalles, luego caerán todos juntos:
se abrirán, como limbos, sobre los azulejos.

 

ESTRELLAS DE LA TIERRA

La vida se esconde bajo la arena
y en los árboles quebradizos
se amarra el origen.

Tienes los ojos ensombrecidos de mar,
los ojos de la tierra húmeda,
del color de la fuerza.

El trueno vendrá,
o vendrá el viento y arrastrará el calor,
llegará el agua, se dice, algún día.

No sabes dónde ir
pero ves una madre
en las estrellas que nacen en la noche
como piedras limpias.

Durante la espera suben los pájaros,
los antiguos y los recién llegados.

Te cuentan que las cuevas de roca
se humedecen con la sequía
y preparan lágrimas
para los muertos del futuro.

No sabes dónde ir
pero el viento, al final, llegará.

Cuando tus ojos sean ya de barro,
estrellas de la tierra.

 

 

Luciana Jazmín Coronado nació en Buenos Aires en 1991. Es Licenciada en Letras por la UBA. Publicó los poemarios La insolación, Catacumbas, ganador del I Premio Hispanoamericano de Poesía de San Salvador y Los hijos imperfectos. Obtuvo la beca de creación artística Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores (Córdoba, España, 2017) y la Residencia de Escritores de la UNESCO y la UGR (Granada, España, 2019). Parte de su obra ha sido traducida a diversos idiomas y publicada en antologías y revistas literarias internacionales.

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Descripción del Autor

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