Presentamos tres poemas de Arturo Desimone, traducidos del inglés al castellano por Lucas Brockenshire.
El tren a Córdoba
El otro día tomé el lento tren
el increíble temblante
tren a Córdoba
desde la ventana del durmiente
el segundo día pasado de
campos que podrían haber sido Egipto
esteros cultivados
los toros de montaña
balanceando el sol en alto entre sus cuernos
pasó volando un pato
(batería de alas verdes, cabecita turquesa, su canto gris raya el cielo)
soy un hombre con hambre
y mi boca se moja con su vuelo
pero de ser un animal, no soy ningún
perro de campo
Estoy camino a Córdoba
provincia majestuosa
cuna pintada a sol sobre
barcaza de metal
tren obsoleto
turbulencia entre las rocas contra
los rieles
una lluvia de piedras golpea
la panza de esta máquina
infinito azul de ultratumba
bien sea yo el perro Anubis
o su niño humano
The train to Cordoba
The other day I took the slow, incredible trembling train to Cordoba
from sleeper’s window, caravan on the second day
riding past fields that could have been Egypt,
cultivated marshlands, yaks, sun overhead
a duck flew by, I was hungry, my mouth watered at its flight
but if an animal, I am no field dog
I am on the way to Cordoba, majestic province
sunshine-painted crib upon metal barge
obsolete train,
turbulence across rocks on the tracks
a stony rain hits the belly of this machine
azure infinite of stony afterlife,
either I am
the dog Anubis
or his human child
Pájaros entre los servidores madre
Si todavía supiéramos cómo
enseñarles a los pájaros
a enviar y traer cartas, órdenes judiciales,
papyri para temer o esperar con ansias,
declaraciones y denegaciones de amor,
documentos citatorios –
entonces no tendríamos que mandarnos correos electrónicos
tan solo dejar pequeñas muescas
y cuencos de piedra llenos de agua,
algunas semillas y flores de Attarsheyas
para los pájaros, como las que dejan los árabes
en las tumbas de sus madres
en cementerios de tierra reseca al sol
Y cada tercera ventana
estaría llena
del ir y el venir de pájaros,
ya nadie se pelearía por computadoras
telegramas virtuales
todos inmersos en una mecánica de transistores de escritorio,
leyéndonos el código morse unos a otros
como exaltados yahoos
libros vacíos anónimos
en lugar de una palanca de envío
despacharíamos el mensaje
con un beso en la cabeza del pájaro,
léase el cuello, pulgar sobre pico punzante,
luego lo arrojaríamos a los sesos nimbados del cielo
que nunca caen ni cesan de soñar
y nuestro mensaje no
chocaría ni caería a plomo en la anchura
de su propia sombra abrazada en la tierra
Hay que esforzarse para eligir
el pájaro más veloz,
el más lindo,
o el más gris, dependiendo de
la naturaleza del mensaje
y de la belleza del destinatario:
el matico, que canta dulcemente,
el chuchubi del Caribe, gris y ronco
que advierte del peligro del lagarto uvero de cola azul
la golondrina africana: más veloz que Mercurio
el mercader
de inframundos financieros,
él tiene los códigos legales de Cupido
vuela entre las copas de los árboles
donde crecen violetas entre los cementerios lluviosos
y las hamacas de los destinatarios de la pasión.
Birds Over Mainframes 2
If we still knew how
to train birds
to send and bring the letters, warrants,
papyri to fear or anticipate,
declarations and refusals of love,
subpoenas—
then we wouldn’t ever need to mainframe
Only to leave little indentures
and stone bowls full of water,
some seeds and Attarsheya flowers
for the birds, like what Arabs leave
for their mother’s graves
in cemeteries of dry dirt under sun
And every third window
would be busy
with birds coming and going,
No one would squabble over computers
virtual telegrams
all of us transistor-mechanics on flat bureaus,
reading one another’s morse code
faceless blank books
Instead of a send-lever
we would dispatch the message
by kissing the bird on its head,
read throat, thumb on picking beak,
then throw it at sky’s cloud-brains
that never fall or cease dreaming
and our message would not
crash or fall to die in the wingspan
of its own dirt-hugged shadow
Effort is necessary to pick
the fastest bird,
the prettiest,
or the most gray, depending on
the nature of the message
and the beauty of the recipient:
orange black Troupial, who sings sweetly,
the Caribbean Chuchubi, gray and hoarse
who announces death by blue-tailed grape lizard
African Swallow: faster than mercury
the merchant
of financial underworlds,
he holds the legal codes of Cupid
speeding through the treetops
where violets grow over the wet cemeteries
and the hammocks of passion’s recipients.
Caen los pájaros como Sidi santos
Caen los pájaros como Sidi santos
que hurgaron en la tierra de Sidi Bouzid, Sidi Bou Said para morir allí,
para levantarse allí en altares al Uwa’hah.*
Cuenta un mito: sus huesos finos
son las llaves de los recintos de los reyes.
Los gusanos inmortales que hoyan los cuerpos de estos pájaros
ni bien son mirados, obligan al observador a tragarlos
y él los llevará en el estómago donde cosechando viñas de dolor
brotarán como un discurso revolucionario de su boca.
Y solo acabará la miseria cuando esta se sumerja en uno de los cuatro ríos
del Paraíso, firdaus coránico.
Esta es toda la violencia
de la que fueron capaces la ornitología medieval islámica de Ibn Khaldoun y los Sidi doctores.
*Uwa’hah : del árabe, Oasis الواحة
The Birds Fall Like Sidi-Saints
the birds fall like sidi-saints
who delved into the earth of Sidi Bouzid, Sidi Bousaeed and died there,
became a we’lah shrine there
small myth: their fine bones
are keys to the enclosures of kings
the immortal worms that tunneled in the corpses of these birds
immediately upon being seen, overpower the sighter to swallow them
and he will carry them in his stomach where they harvest vineyards of suffering
that spring like a revolutionary speech from his mouth
and the misery can only be destroyed when immersed in the water of one of the four rivers in paradise, Koranic firdaus
this is the most violence
that medieval Islamic Ornithology of Ibn Khaldoun and the Sidi doctors were capable of.
Arturo Desimone (1984) nació en la isla de Aruba (Mar Caribe, Antillas del reino holandés) en una familia de exiliados de Argentina, Polonia y Rusia. Sus poemas, ensayos y cuentos en inglés han sido publicados en diversos jornales literarios en Estados Unidos, el Caribe e Inglaterra (Drunken Boat, New Orleans Review, Matter Monthly, Small Axe). Cartas a Carlos Marx y otros poemas, poemario bilingüe, fue publicado en 2017 por la editorial peruana Hanan Harawi y se presentó en Cuba durante el “Encuentro de Jóvenes Escritores de Ibero-América y el Caribe” en la Habana.
Lucas Brockenshire (Santiago de Chile, 1991). Licenciado en Letras por la UBA y traductor. Vivió en Asia entre los años 1993 y 2003, y desde 2003 reside en Buenos Aires, Argentina. Ha traducido novelas y poemarios al inglés y al castellano y actualmente prepara traducciones del ruso.
*Imágenes: cortesía Arturo Desimone.